Comunicado Junta Directiva SEPIH
La oleada actual de bronquiolitis, así como de otros cuadros respiratorios, compartida por otros países de nuestro entorno, está suponiendo un verdadero reto para los servicios pediátricos de cualquier nivel asistencial.
El elevado número de lactantes y niños hospitalizados por problemas respiratorios condiciona la labor de nuestros servicios, que a su vez deben garantizar la asistencia de niños con otras patologías pediátricas y quirúrgicas que requieren ingreso, entre los que se encuentra un importante número de pacientes con enfermedades crónicas y complejidad médica.
La situación epidémica actual exige una respuesta sólida por parte de todos los agentes implicados. Las lecciones aprendidas de otras situaciones epidémicas estacionales, y sin duda la experiencia acumulada en la pandemia por SARS-CoV-2, cuando tuvo que mantenerse la continuidad asistencial pediátrica en situaciones extraordinarias, deben servir para afrontar este reto. Planes de contingencia, equipos de protección individual, circuitos de pacientes, suspensión de actividad programada…. no son términos que ni mucho menos se quedaron en marzo de 2020.
La Pediatría Interna Hospitalaria busca la mejor atención integral del niño hospitalizado, que se tiene que garantizar incluso en circunstancias excepcionales. Por este motivo, en coordinación con otros especialistas pediátricos, así como el resto de los profesionales sanitarios implicados, estamos trabajando en cada uno de nuestros centros para dar la mejor respuesta a la complicada situación que estos días nos encontramos en los hospitales.
Ante estas circunstancias, desde nuestra sociedad científica también hacemos un llamamiento a las autoridades sanitarias para que sean sensibles a las especiales necesidades de salud de la población pediátrica y en todos sus ámbitos asistenciales, incluida la hospitalización. Afrontar situaciones extraordinarias como la actual implica no sólo la labor de los profesionales, sino también la necesaria -y en ocasiones insuficiente- dotación de recursos estructurales, técnicos y humanos.
Ante todo, con el convencimiento de que esta no será ni mucho menos la última situación epidémica, urge un cambio de perspectiva a nivel estratégico y organizativo. Se ha de ir abandonando una actitud meramente reactiva, condicionada por crisis ya existentes como la actual, e incorporar una visión anticipatoria y proactiva que garantice la mejor asistencia para los niños hospitalizados y sus familias en cualquier circunstancia, incluidas las epidemias.
Junta Directiva de la Sociedad Española de Pediatría Interna Hospitalaria
Madrid 25 de noviembre de 2022